miércoles, 21 de octubre de 2009

FENOMENO DEL NIÑO


De acuerdo a la información del IDEAM

El territorio nacional registra una nueva oleada de calor, la tercera desde la formación del fenómeno EL NIÑO en aguas del océano Pacifico en el mes de mayo pasado. Esta situación meteorológica se ha acentuado en los últimos días y las temperaturas máximas prácticamente han bordeado los 40 grados C en ciudades como Cúcuta, Valledupar y Riohacha. Ciudades de clima medio como Medellín, Armenia, Pereira, Ibagué y Cali también han experimentado calor con temperaturas en horas de la tarde por encima de los 30 grados centígrados.

Las características actuales evidencian su consolidación en toda la cuenca oceánica del Pacífico y sus efectos más fuertes

se verán probablemente entre los meses de diciembre de 2009 y febrero de 2010.

El término “El Niño” se ha usado para describir la aparición de aguas superficiales más cálidas que lo normal en el Pacífico tropical central y oriental, frente a las costas del norte de Perú, Ecuador y sur de Colombia. Este calentamiento de la superficie del Océano Pacífico cubre grandes extensiones y por su magnitud afecta el clima en diferentes regiones del planeta, entre ellas, el territorio colombiano.

La intensidad de un fenómeno El Niño depende de la magnitud de las anomalías y del área cubierta por las mismas y es diferente de la magnitud del efecto climático y del impacto producido. El efecto climático depende de la época del año en que se presenta el fenómeno y el impacto socioeconómico está más relacionado con la vulnerabilidad de las diferentes regiones del país y de los sectores productivos. Aunque el pronóstico habla del fenómeno de intensidad moderada, el sector agropecuario debe estar alerta ante esa probabilidad.

Según los datos históricos del IDEAM, los cultivos más afectados han sido: el Fique, con una reducción anual promedio del 13%, la yuca y la palma africana, con el 8%, y la cebada, con el 7% , seguidos por el arroz, la papa, el maíz, el algodón, la caña panelera, el plátano, el cacao y el fríjol. Así mismo cada Fenómeno El Niño afecta la producción de leche en un promedio 4,9%.

Para enfrentar los posibles efectos negativos del fenómeno existe una serie de recomendaciones generales que deben seguir los productores agropecuarios, como:

Optimizar el uso del agua, aplicar métodos de riego de bajo consumo de agua (goteo o aspersión), evitando riego por gravedad.

Almacenar agua en reservorios (preferiblemente cubiertos) o tanques para riego en las épocas críticas del cultivo.

Utilizar métodos de labranza mínima para evitar voltear el suelo.

Hacer una planeación de tiempos y turnos de riego, en los distritos de riego, para que todos los usuarios puedan tener acceso al recurso hídrico.

Priorizar en los distritos de riego los cultivos más susceptibles a la sequía.

Realizar canales de drenaje en zonas susceptibles a inundaciones.

En ganadería mejorar la disponibilidad de agua, con pozos profundos, diques, jagüeyes, reservorios o casquetes, construir cobertizos para el ganado y disminuir la carga animal por hectárea.

Evitar las quemas para prevenir el riesgo de incendios, siguiendo la normatividad que para el efecto se expida.

Aumentar vigilancia de las plantaciones forestales para atender oportunamente cualquier conato de incendio.